Oposiciones para personas con discapacidad intelectual: Así se preparan los candidatos

  • De las cuatro plazas para Ceuta, dos son para el Instituto de Historia y Cultura Militar del Ministerio de Defensa, una para la Dirección Provincial de Educación, Cultura y Deporte, y una para Delegación del Gobierno

La Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid acoge este sábado 22 de septiembre a las 10:00 horas el examen de oposiciones a Ayudante de Gestión y Servicios Comunes (ordenanza) para personas con discapacidad intelectual.

En total se han convocado 279 plazas, de las cuales cuatro son para Ceuta: dos para el Instituto de Historia y Cultura Militar del Ministerio de Defensa, una para la Dirección Provincial de Educación, Cultura y Deporte, y una para Delegación del Gobierno.

Plena inclusión Ceuta ha entrevistado a dos de los opositores ceutíes, quienes cuentan cómo se han preparado para este examen.

“Jamás he pensado solo vivir de mi pensión, siempre he querido tener mi trabajo”

“Jamás he pensado solo vivir de mi pensión, siempre he querido tener mi trabajo. Levantarme por la mañana e irme a trabajar”. Quien así habla es Nora, una joven de 24 años que estudia para conseguir una de las cuatro plazas que el Ministerio de Hacienda y Función Pública ha convocado para Ceuta.

En la actualidad, Nora trabaja en una gran superficie comercial, donde desempeña las funciones de reponedora y en la línea de cajas. Es su primer trabajo. Esta actividad la compagina con su formación: cuando trabaja en turno de mañana, dedica la tarde y la noche a estudiar las oposiciones; cuando trabaja por la tarde, el estudio pasa a la mañana. Lleva estudiando desde el mes de febrero, y desde mayo, de manera intensiva.

¿Cómo ha llegado Nora a prepararse unas oposiciones? En la entrevista, cuenta que comenzó a estudiar Formación Profesional, concretamente Comercio, pero nunca encontró “los recursos” que necesitaba, y lo tuvo que dejar. “Tengo una dificultad, que me cuesta escribir, y no encontré apoyo”, recuerda. Entonces conoció la convocatoria de las oposiciones, dejó Formación Profesional y comenzó a estudiar. Además, desde pequeña le gustaría ser conserje: “Es una función que me gusta y la veo para mí, la puedo hacer”.

Dice que no encuentra palabras para expresar qué significaría para ella aprobar las oposiciones, pero pronuncia una frase que lo define perfectamente: “Sería lo mejor que me podría pasar en la vida, poder tener un trabajo para siempre”.

Pero para ella los beneficios de aprobar no se acaban en lo que a estabilidad laboral se refiere, sino que también cumple una función no menos importante: demostrar que está capacitada para conseguir su objetivo: “Me gustaría trabajar con otras personas y hacer las mismas funciones (…) No es solo el dinero, es cierto que todas las personas necesitamos dinero para tener una vida, pero también es por sentirme útil como cualquier otra persona”.

Dice que en su actual trabajo la tratan como a los demás empleados, aunque lamenta que aún la sociedad discrimina a las personas con discapacidad intelectual: “Mi empresa me trata como a una más, como a todos los trabajadores, me da mi horario cada tres meses… Todo. Pero la sociedad y la gente todavía no sabe qué es la discapacidad”. Lamenta que un día una mujer mostró lástima por ella porque “la habían mandado a trabajar”. “Quiero trabajar, como cualquier otra persona”, puntualiza.

Por ello, aprobar la oposición significaría para ella explicar a la sociedad que las personas con discapacidad intelectual “son capaces y pueden”. Asegura que en el caso de no aprobar esta oposición, se volverá a presentar a las próximas.

Nora se siente agradecida porque considera que en su vida se ha encontrado con personas que la han ayudado mucho. Agradece de igual modo a Plena inclusión Ceuta la formación que ha recibido para llegar preparada al examen.

Tras una importante trayectoria en el sector privado, conseguir un empleo público sería “la guinda del pastel” para Mohamed Said

Mohamed Said cuenta ya con una trayectoria laboral importante en el sector privado, donde ha trabajado como jardinero, vigilante y personal de mantenimiento, labores en las que ha dado siempre “el 100%”. No obstante, considera que le falta “la guinda del pastel”: aprobar unas oposiciones y conseguir un empleo público.

“Lucho por algo estable. Sería lo máximo. Es mi ilusión y mi sueño porque siempre he querido ser funcionario”, comenta cuando se le pregunta por las oposiciones. Además, varios familiares son funcionarios: “Es algo que me sale del alma”. Asegura que va preparado al examen porque ha estudiado durante todo el verano. “Me lo he currado”, dice.

Mohamed Said afirma que una persona con discapacidad intelectual encuentra más dificultades para acceder al mercado laboral, pero dice que existen “recursos administrativos” y entidades como Plena inclusión que facilitan la preparación de las oposiciones.

Ahora solo piensa en que pase el examen y conseguir esa plaza por la que tanto está estudiando: “Voy con muchas ganas e ilusión. Quiero que pase ya para verme en la lista (…) Si apruebo sería el hombre más feliz del mundo”, concluye.

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