Nuestra historia

En junio de 1979, ante la falta de recursos públicos para atender a personas con discapacidad intelectual y/o del desarrollo en edad adulta, un grupo de padres funda la asociación. En los primeros años, esta organización va evolucionando para ir buscando respuestas a las demandas e inquietudes de las personas.

En 1999 hace una apuesta decidida por la inclusión laboral de las personas con discapacidad constituyendo el centro especial de empleo, hoy denominado Servicios y Mantenimientos Plena inclusión Ceuta. Su primer contrato, adjudicado por concurso, fue el del servicio de higiene del Instituto Siete Colinas.

A finales de 2015, al unísono con el resto de federaciones del conjunto del país, la asociación adopta su actual denominación, Plena inclusión Ceuta, y el 2 de octubre, el complejo monumental de las Murallas Reales, al igual que otros edificios emblemáticos de todo el país, se ilumina de verde en homenaje al nuevo color corporativo.

Durante estas cuatro décadas, este proyecto pionero ha ido tomando forma y creciendo hasta convertirse en el punto de referencia de todas las personas y entidades que tienen algún vínculo o desean estar vinculadas con la discapacidad intelectual en la ciudad de Ceuta.

En la actualidad

La misión de Plena inclusión Ceuta es común a la propia del movimiento asociativo Plena inclusión y, conforme a ella, la constituye el contribuir, desde un compromiso ético, con apoyos y oportunidades, a que cada persona con discapacidad intelectual o del desarrollo y su familia puedan desarrollar su proyecto de calidad de vida, así como promover su inclusión como ciudadanos de pleno derecho en una sociedad justa y solidaria.

En la actualidad, Plena inclusión Ceuta presta distintos servicios, como Centro de Día, Centro Ocupacional, Servicio de Integración Laboral, Ocio y Deportes, Viviendas Tuteladas, Comedor, Transporte, Formación Externa y Alfabetización.

Plena inclusión Ceuta se encuentra inmersa en un proceso de transformación de sus servicios hacia una excelencia centrada en la persona, dejando atrás unos modelos basados en la asistencia institucional para prestar servicios de apoyo más orientados hacia la calidad de vida, los roles de ciudadanía plena, la personalización de apoyos y la maximización de las oportunidades que da el entorno.

Y ese camino se encuentra recorriendo Plena inclusión Ceuta, trabajando en red con la Confederación y el resto de federaciones y mirando hacia el horizonte guiándose por una brújula que centra cada uno de sus puntos cardinales en una dimensión diferente de su trabajo: en el norte, las personas y sus familias; en el oeste, la sociedad; en el este, el trabajo compartido de sus organizaciones; y en el sur, sus recursos y capacidades.

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