- En el Día Universal del Niño 2016, y en línea con los Objetivos de Desarrollo del Milenio 2030, Plena inclusión reclama que se garanticen apoyos para todos los niños y niñas en cuanto se detecten o se puedan predecir alertas en su desarrollo. Estos apoyos deben estar orientados a una inclusión efectiva en la sociedad.
- Junto a ello, esta organización insta a los partidos políticos a impulsar un Pacto de Estado por la Educación que incluya una estrategia de educación inclusiva para todos los niños y niñas con necesidades educativas especiales.
La detección precoz de problemas en el desarrollo, y una adecuada intervención desde el primer momento –en la que participen de manera importante la propia familia y el entorno–, son fundamentales para lograr mayores oportunidades futuras de inclusión social para los niños y niñas con discapacidad intelectual o del desarrollo.
Por tanto, Plena inclusión apuesta por un modelo de atención temprana que incluya –junto a la intervención profesional–, a la familia y al entorno como aliados fundamentales en el desarrollo de habilidades de la vida diaria, habilidades sociales y estimulación cognitiva para todos los niños y niñas con algún problema en el desarrollo. En la actualidad la situación de este tipo de servicios en la mayoría de las comunidades españolas, se caracteriza por la escasez de plazas y el aumento de las listas de espera, debido a una detección cada vez más precoz sumada a la falta de financiación pública de los mismos.
Otro tanto sucede en el ámbito de la educación, donde las necesidades especiales de muchos niños y niñas con discapacidad intelectual o del desarrollo, unidas a las carencias económicas de sus familias, provocan que la discriminación y la falta de acceso a una educación inclusiva y de calidad sean doblemente difíciles. Junto a ello, la falta de apoyos específicos en el aula y de conciencia del valor de la diversidad en los propios centros, provocan altos niveles de fracaso escolar. En su reciente informe “Necesita mejorar”, la organización Save the Children ha estimado la tasa de abandono en un 53% en el alumnado con discapacidad, mientras que para la población general es del 31,5%. Un abandono que es especialmente relevante en la etapa de Educación Secundaria.
Este mismo informe afirma que “los niños y niñas con discapacidad viven la segregación de forma especial ya que, donde no se facilita la educación con el resto del alumnado, son separados a centros de educación especial”. Un hecho contrario a la Convención de la ONU sobre derechos de las personas con discapacidad, que aboga por que los niños y niñas no queden excluidos del sistema educativo general por motivos de discapacidad (art. 24), y que además trasciende el propio ámbito educativo, ya que vulnera también el derecho de estos niños a disfrutar del juego y del ocio con otros sin discapacidad.
A fin de reivindicar la igualdad de estos niños y niñas en el ámbito educativo, Plena inclusión –junto a otras organizaciones como la citada Save the Children, Fundación Tomillo y Fundación Secretariado Gitano–, está impulsando un “Manifiesto por una Educación Básica de Calidad y Equidad”, que recoge 12 propuestas para mejorar el acceso de todos a la educación: acabar con la segregación, acoger la diversidad como valor para todo el sistema, o a proveer a los centros de los recursos necesarios.
(En la imagen: una familia participando en un servicio de Atención Temprana de Plena inclusión. Foto de Luis Domingo).