El mundo es muy difícil de entender.
Por ejemplo: las leyes o la información del Gobierno.
Hay que promover la accesibilidad cognitiva
para que todo sea más fácil de entender.
Sobre todo, para las personas
con dificultades de comprensión
como las personas con discapacidad intelectual,
parálisis cerebral o trastorno del espectro autista.